¿Qué es el cloruro de metileno?
El cloruro de metileno es un agente espumante en formato líquido incoloro que no se presenta de forma natural en el medio ambiente.
Durante mucho tiempo este producto ha sido ampliamente utilizado en la industria de la espuma flexible de poliuretano, pues este puede utilizarse como sustituto de una porción de agua sin un aumento de la temperatura en el proceso de fabricación y dotando de mayor estabilidad a la mezcla. Esta condición es de vital importancia en la producción de espumas de baja densidad, pues este tipo de formulación requiere de una cantidad de agua muy superior a la tolerada por la espuma (el agua en conjunción con el TDI es el principal causante de la exotérmica) avocándola a una combustión asegurada o al colapso, es decir es imposible fabricar espumas livianas con formulaciones sin agentes espumantes.
Cloruro de metileno: ¿por qué no lo utilizamos en nuestros productos?
Todo viene por su toxicidad para la salud humana, los riesgos ambientales y las restricciones regulatorias que posee, pues se trata de una materia prima prohibida en la mayoría de los países de la Unión Europea. Por ello, en Interplasp optamos por alternativas que reflejen nuestro enfoque proactivo hacia la calidad, seguridad y salud, tanto ambiental como humana.
¿Por qué nosotros no lo utilizamos y otras empresas sí?
En este contexto, algunas empresas continúan utilizando este agente espumante para densidades bajas a pesar de sus posibles efectos perjudiciales, debido a la necesidad de mantener el abanico completo de densidades. En Interplasp, no obstante, gracias a la utilización de tecnología VPF, podemos prescindir totalmente de este compuesto.
El vacío que la tecnología VPF es capaz de generar durante el proceso de fabricación, hace que disminuya la presión ejercida sobre la superficie de la espuma, permitiéndole crecer con menor resistencia, posibilitando la fabricación de toda la gama de espumas, sin necesidad de utilizar agentes espumantes que mejoren la estabilidad de la espuma y con una menor cantidad de agua, paliando los efectos de la presión atmosférica.
¿Qué conlleva que nuestros productos se espumen de esta manera?
El impacto resultante de la liberación de gas de cloruro de metileno afecta tanto a las personas que la fabrican como a los clientes finales y el medio ambiente. Este compuesto se evapora tanto en el proceso de fabricación como en las reacciones secundarias asociadas al proceso de curación, influyendo en todos los elementos circundantes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS), el cloruro de metileno se clasifica como un posible agente cancerígeno en seres humanos
Si hablamos del impacto ambiental, el cloruro de metileno que se libera en el aire puede persistir en él hasta el 50% durante los próximos 120 días. Y, aunque no se disuelve en agua, sí puede depositarse en ella, provocando contaminación en la misma, lo que también supone un riesgo para la salud.
¿Cuál es la tendencia en el uso de agentes espumantes?
La utilización de este tipo de agentes espumantes está cada vez más en desuso debido a los perjuicios graves que ocasionan y a la creciente conciencia social, pero por desgracia todavía podemos encontrarlos en el mercado.
Es por ello por lo que, en Interplasp, optamos por la tecnología VPF, una tecnología más limpia y sostenible que se presenta como una alternativa de calidad, segura y eficiente para este tipo de agentes espumantes, respetando nuestro compromiso con mantener el uso de químicos al mínimo, protegiendo el medio ambiente y la salud de las personas.